lunes, 19 de octubre de 2009

Canción Tonta


Mamá,
yo quiero ser de plata.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
Yo quiero ser de agua.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
Bórdarme en tu almohada.
¡Eso sí!
¡Ahora mismo!


Federico García Lorca.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Para mis hijas



Oíd mis hijas. Yo tenía
el huerto de mis amores
en que todo sonreía.
y aquel rincón de poesía
era el reino de las flores.
Soberana del vergel
era una hermosa azucena
nácar y oro, aroma y miel
alma y vida de un clavel
que la adoraba por buena.
Tres pimpollos florecían
en el tallo de la hermosa,
el dolor desconocían
y arrulladas se dormían
por los cantos de la diosa.



Un día....¡maldito día!
la blanca lis se agostó
y como un tupido velo
un halo de desconsuelo
rosas y huerto envolvió
y se acabaron las flores
y el placer, y la ventura
y llegaron los dolores
como cuervos graznadores
que ven su presa segura.
¡Los capullos! Trasplantados
han sido a un nuevo vergel
de lirios inmaculados
y logran savia, regados
con la sangre del clavel.




Vuestro padre. Alejandro
Madrid 8 de abril, 1933.
Amador del Campo.


Margarita


Margarita, está linda la mar,
y el viento
Ileva esencia sutil de azahar;


yo siento
en el alma una alondra cantar
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.


Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.


Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.


La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
una pluma y una flor.


Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.


Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.


Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.


Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.


Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"


La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad".


Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
iQué locura! iQué capricho!
El Señor se va a enojar".


Y dice ella: "No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté".


Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver".


La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.


Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí".


Viste el rey ropas brillantes
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.


La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.


Margarita, está linda la mar
y el viento
Ileva esencia sutil de azahar:
tu aliento.


Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Rubén Darío.
Félix Rubén García Sarmiento, (Rubén Dario) nació en San Pedro de Metapa, hoy Ciudad Darío (Nicaragua), el 18 de enero de 1867 y fallecido en León el 6 de febrero de 1916, fue el máximo representante del Modernismo literario en lengua española.

Oda Azul A Mi Hermosa Hija


Perdona mi atrevimiento al escribirte,
pero necesitaba deshojar mis ramas,
siendo otoño en mí cuando es invierno,
pues necesitaba cantarte mis anhelos y esperanzas,
necesitaba saberte cuando tu ausencia se ha convertido en mi infierno.


Nena, nenita amada llena mi cerebro de elocuencia,
para que cuando estés acostada a mi lado vuelva a sentir tu latido.
Tu corazón tan fuerte parecido al mío, aunque despedazarse quiere,
pero morir no quiere, morir no puede, necesita tu sonrisa,
la misma que iluminaba mi casa por días mi pequeña cupido,
cuando me traías desde allá en tu morada, algo de tu fresca brisa;
que me llenaba de emoción el alma de a montones.


Pero hoy siento que no te merezco porque tu ausencia me avisa,
tanto como me advierte, así como todas las noches sin dormir,
ay mi niña como te había colmado de canciones,
y ni una sola era suficiente para explicar lo doloroso de mi sentir.


Ausente de ti por un tiempo, con el corazón despellejado,
rasgado de un lado suficiente, como para morir de dolor,
para que mi corazón se convierta en una bomba de tiempo,
sin tu calor en mi casa recorriendo mi ángel cada rincón,
por toda la casa veo tus imágenes y yo me veo sentado y lisiado;
lisiado del alma, de la cabeza, de los pensamientos y del corazón,
con la aorta carcomida yaciente y diabética mente insanable.


Padezco una vida complicada,
y un corazón que va a reventar,
un corazón que va a morir si no tiene tu cura,
y en las noches que tenga tu canción,
y que me digas papá de nuevo y yo te obsequie mis contiendas,
y mis luchas, pelear la vida con tu infinita dulzura,
eres tu mi motor, tu mi creación y mi mas grande inspiración,
niña de oro, niña de amor constante, espero que entiendas,
sé que algún día lo harás, me perdonarás y con ello la vida misma.

Alberto Landeros
Poeta acapulqueño (México), nacido el 29 de octubre de 1982.

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23 de abril de 2008 Proyectos realizados en Affter Efects por los alumnos de 3º de la Diplomatura de Diseño Gráfico y Producción Multimedia

La pelota que arroje cuando jugaba en el parque, aún no ha tocado el suelo

Vídeo Querencia MundanaCanal de QuerenciaMundana.29 de marzo de 2009 Gente grande cabalgando la sombra del potro de la fuente que hay en la plaza. Y niños jugando. Dylan Thomas: La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque / aún no ha tocado el suelo. Mario Benedetti: Aquí seguimos / los niños y los viejos / irresponsables. Localización: Plaza del Potro, Córdoba, Andalucía, España